HISTORIA DE LAS PELEAS DE GALLOS EN LA REPUBLICA DOMINICANA

miércoles, 13 de julio de 2011

Características Del Gallo Fino

En su mayoría, el gallo fino es de cabeza chica, independientemente de que sea cabeza cuadrada o redonda.-En esta ocasión tocaré un tema elemental para quienes somos principiantes en esto de la pluma: el saber diferenciar un animal fino de uno de mediana hechura, tanto al comprar como al criar nuestras aves de combate. Como siempre, aclaro que no soy especialista y que mi único objetivo es darle mi punto de vista sobre esta materia, esperando que pueda serle de alguna utilidad


Hace unos 30 años, tal vez menos, el gallo fino se caracterizaba, entre otras cosas, porque sus alas eran tan largas que las puntas se le cruzaban, su cola era ancha y muy grande, con capitanas, tenientas, sargentas y coronelas que les arrastraban al piso y la golilla tan abundante que llegaba a cubrirle casi medio lomo. Gallo que no tenía estas
características era calificado como “changa”.

Entonces, el gallo era de una estatura media, tirándole a baja, y la pechuga era muy echada hacia delante, corriendo casi paralela al suelo. Por nuestros rumbos no se hablaba de que la finura estuviera en los ojos rojos, escamas de las patas, cabeza cuadrada o redonda, estatura (station, como dicen los “gabachos”), pero los tiempos han cambiado y el fenotipo (o, mejor, para que nos entendamos: la conformación del gallo, o sea, lo que le ve uno por fuera) ha cambiado de una manera radical. Ahora el largo de las alas es más corto y casi nunca se llegan a tocar las puntas. Hay gallos muy
espigados (o varudos) de los que antaño se hubieran burlado si uno presentaba un animal de este tipo en un palenque. De seguro nos hubieran gritado: “¡Hey, compita! ¿Ese gallón lo cruzaste con una garza o con un chichihuilote?”

El gallo fino actual tiene un parado más derecho, incluso algunas razas, al estar parado el animal, la pechuga está prácticamente a 90°, lo que ocasiona que, estando de pie, al gallo prácticamente se le alcancen a ver los dedos medios de las patas en cambio, el gallo de hace años, cuando estaba parado, no se podía ver los dedos de los pies, pues éstos le daban a media pechuga. El gallo de ahora tiene una cola mediana con mucho menos plumas adicionales a las principales o del abanico y, en algunos casos, sin capitanas que sobresalgan por su extensión. Por cierto ahora lo “in”, o de moda, en las jugadas de primera división es no recortar las colas y las chaparreras o el suadero de los gallos, sino que los animales van con su cola y chaparreras naturales tal cual, sin ningún arreglo. 

Como dije, antes el gallo fino debía tener una golilla abundante, parecida a las que se les forma a los sementales ya viejones. Ahora son más los gallos que tienen una golilla mediana y cada vez se ven más animales con golilla muy delgada, nada abundante y pegada al cuello. En mis rumbos, lo normal es que los gallos de antes tuvieran cabeza cuadrada y pico grande, con una marcada diferencia entre el tamaño de la parte superior y la inferior, lo que les daba un parecido al pico de un águila. Ahora los gallos modernos, tienen el pico más corto y la diferencia entre la parte superior e inferior del pico no es tan marcada, pero sí la suficiente para morder con mucha fuerza a su oponente.

En fin, le podría seguir platicando de las diferencias entre el fenotipo de los animales que se criaban hace años y el que actualmente vemos jugar en los palenques, pero lo que interesa es cómo puede uno, como principiante, reconocer un gallo fino, uno de medio pelo y uno corriente. Ahí le van algunos puntos en los que debemos estar atentos para llegar a la decisión correcta a la hora de comprar animales (y que no nos vean la cara tan fácilmente, ¡porque vaya que hay raza que nomás anda viendo a quién fregar!). 
Antes de iniciar, es importante mencionar que en estos días es muy difícil ver en corrales, galleras y granjas pequeñas, gallitos corrientes como se veían hace años, debido a la facilidad que existe para adquirir animales de buena clase, tanto gringos como mexicanos. Por esa razón ahora hay que tener mejor ojo para reconocer el gallo fino, ya que las diferencias no son tan marcadas como antes. Asimismo, hay que tomar en cuenta que cada raza tiene sus características muy particulares, por lo que no es posible establecer una regla general para definir la finura de un gallo; así que me enfocaré en puntos básicos que nos podrán servir para tener mayores y mejores conocimientos sobre la finura de un animal. Para esto, tomaremos como base un sabio proverbio que reza: “lo pen… tonto y el dinero no se pueden ocultar.” Igual pasa en los gallos: lo fino y lo corriente no se pueden esconder. 

La cabeza

En su mayoría, el gallo fino es de cabeza chica, independientemente de que sea cabeza cuadrada o redonda. ¡Ojo! Está de moda que, al descrestar a los animales, algunos criadores se lleven junto con las barbas y las orejas todo el cuero que está a su alrededor, por lo que al momento de cicatrizar se les estira tanto la piel, que hace que la cabeza del gallo se vea más chica. Ahora que si somos bien pensados, esta forma de descrestar es para que, al tener la piel bien restiradita, le sea más difícil al contrario morder al gallo. ¡O ya de plano es que son muy tarugos para descrestar y en una de esas van a degollar al pobre animal! Recuerde el dicho que reza: “aunque la mona se vista de seda, mona se queda”, por lo que a un gallo corriente, por más cirugías, arreglos y corte de pluma que le hagan, no se le quitará lo corriente; mientras que un ave fina, aunque esté maltratada, le saldrá lo fino hasta por el puro canto.” Los ojos La mayoría de los criadores coinciden en que sus sementales deben tener ojos rojos. Ya le eché un lente al color de ojos de cada uno de mis sementales (¡como si tuviera tantos!) y, efectivamente, ¡tres de ellos tienen los ojos rojos!, pero otro los tiene verdes y otro, negros, como los de las hermosas mujeres tapatías. En mi opinión, y a pesar de ir en contra de lo que dicen los grandes, creo que el color de los ojos no es un factor de peso para determinar la finura de un gallo.

La pluma

Ya sean giros, hielo-ley (Yellow Leg), braunre (Brown Red), roun-je (Round Head), Hatch, Albany, kelson (Kelso), sueter (Sweater), blu-feis (Blue Face), claren (Claret), etc., en general, la pluma del gallo fino es brillante y pegadita al cuerpo, sedosa y fresca al tacto; como si se pusieran shampoo y acondicionador los condenados animales. Los saca uno al sol y aparecen los colores tornasol en cola, alas, chaparreras y golilla. Cuando uno tiene en sus manos un gallo fino siente muy poco espacio entre plumas y el cuerpo, en cambio, una tecolata está esponjadito y, por lo mismo, aparenta un peso mayor: un animal que parece pesar 2.200 Kg.en la báscula, en realidad no llega a los 2.000 Kg.

En cambio, el fino es al revés. Aparenta un peso menor y, al llevarlo a la báscula, pesa más de lo que uno piensa. Se sienten como una bolita de carne: en mi granja les decimos “tamalitos” por lo bien empacaditos, con piernas, alas y pechuga muy atléticas y fuertes.


La estatura

Un compadre de mi hermano Antonio le dijo: “Compa, no conviene jugar gallos que estén muy espigados, porque es más fácil que nos los despaten”. Sí, compadre, hay que criar puro chaparro… y así no nos los van a despatar, pero seguro que tampoco ganaremos ni una, porque no alcanzará a cortar al contrario. Una estatura poquito arriba de mediana es la que me gusta y creo que es la que se está jugando en su mayoría en primera división. Un gallo extremadamente espigado no es muy estético y aunque tiene más alcance en la pegada, lo larguchón lo hará verse torpe, porque no puede registrar con tanta rapidez como uno de estatura media, y le costará más trabajo rematar al contrario en el suelo, por el mismo largo de su pescuezo y piernas. Por el contrario un animal chaparro, podrá disparar y disparar, pero no alcanzará a cortar al contrario si no tiene oportunidad de morder, lo que en la actualidad no está permitido; además de que, para cuando llegue a morder, el gallo contrario ya le habrá pegado varios tiros mortales. 

El pico 

Normalmente, los gallos de cresta sierra tienen el pico un poco más largo que aquellos que tienen cresta pava. Sin embargo, como dije antes, el tamaño del pico del gallo fino actual es más reducido que el de sus antecesores. El pico un poco más corto hace que la mordida sea más fuerte.

Las patas

El grosor dependerá de la raza o cruza, pero las patas del gallo fino se diferencian por sus escamas. En la Foto 2 podrá ver las escamas de un gallo que parecen que sólo estuvieran dibujadas. Agarre la pata y corra su mano hacia arriba y abajo y las sentirá lisas. El gallo que no es fino tiene las escamas traslapadas una de otra, casi encimadas, lo que hace que se vean y se sientan ásperas. Otro aspecto de las patas es lo largo de los dedos medio y laterales. El animal fino (no me pregunten por qué) pero calza más grande. Lo largo de sus dedos lo ayuda a trepar y sostenerse mejor

en los árboles o perchas y, a la hora de la pelea, les permite aterrizar o caer en mejores condiciones y moverse más ágilmente. Si se fija, al inicio de la pelea el gallo toma vuelo, se levanta y brinca, utilizando sólo los dedos delanteros

una regla de los tenistas es que siempre deben estar sobre las puntas de sus pies, ya que eso les ayudará a tener un
arranque y movimiento más rápido que si están con las “patotas” pegadas al suelo. Los dedos largos ayudan al gallo a tener mejor resorte y, en consecuencia, mayor movilidad y agilidad.

El canto 

El ki ki ri kiiiiiiiiiiiiiiiiiiii es el tono característico del canto de un gallo búlico de granja que tiene que mantener el cuarto y último tono (kiiiiiiiiiiiiiiiiii) lo más largo posible para que alcancen a oírlo tanto sus patrones como los demás animales compañeros de la granja.

Hay gallos con canto tan largo que se ponen morados al sostener el último tono encorvándose de tanto esfuerzo. ¡Ah!, en cambio, el canto de un gallo fino es tan corto y tan agudo que cuando le cantan a uno al oído lo dejan sordo. Los cuatro tonos son cortitos, tienen la misma duración, lo que hace que se escuche sólo: ¡i-i-i-i! Si se fija, es tan corto el cántico del gallo fino, que no utiliza ni el “ri” ni la “k”. 

El manejo 

Un gallo fino es noble y nada nervioso cuando lo maneja o lo tiene uno en las manos. Me gustan los que me platican y, cuando los traigo conmigo, no dejan de conversar con su ruido (tooooup ta ta toooup…) moviendo el cuello para adelante y para atrás, como siguiendo el ritmo de mi andar; lo que significa que están gustosos cuando uno los agarra para pesarlos, trabajarlos o para ir al palenque. Un gallo fino, desde pollo, no gritan como gallina de rancho cuando uno lo levanta para encerrarlo.

En la pelea 

Aquí es donde es más fácil reconocer al gallo fino, y es que además de la parte externa (fenotipo) aparecerán los genes (genotipo), o sea, lo que trae el gallo, que no podemos ver y que le fue trasmitido por sus padres. No se puede calificar de fino a un gallo sólo porque mate rápido y salga limpio, ya que eso no es signo de finura sino de corte, tino y suerte. Para que salga lo fino se debe prolongar la pelea y el gallo estar cortado. El animal que le falta finura, se acobarda con los puñetes que recibe, mientras que el fino se crece cuando se siente cortado y, estando herido de muerte, tiene la fortaleza para matar al contrario. En las rayas cortas, el animal fino siempre llevará ventaja, porque es como un corredor de fondo, que cuando parece que ya no puede más, saca fuerzas para llegar a la meta. El ave de poca finura si no mata rápido a su contrario, batallará para hacerlo conforme avance la pelea. El fino, ya exhausto, levantará las patas con la fuerza necesaria para matar a su rival; en cambio, el menos fino sólo alcanza a pegar unos brinquitos que no rebasan el grueso de una tortilla. 

Conformación general 

Como conclusión: debemos buscar un gallo fino que esté bien proporcionado en altura, cabeza, pico, alas, cola, golilla, etc.; sin embargo, nunca podremos escaparnos del amor a primera vista, y si nos gusta un animal no nos interesará revisar si tiene todas las características que comenté. Si lo hacemos con conocimiento de causa, está bien; lo que no se vale es que nos agarren de sus “puerquitos” y nos quieran vender espejitos o darnos gato por liebre. 

Para mí, eso es un gallo fino. Por supuesto, cada quien tendrá su forma de definirlo y todas las opiniones son muy respetables, ya que eso es lo que hace que uno se apasione por estas hermosas aves. Lo que sí le puedo
asegurar es que no existe sobre la tierra una persona que pueda decir que sabe todo y que ya no tiene nada que aprender de los gallos. Como siempre, usted, estimado lector, tiene la última palabra. Para hacer un ejercicio, en las fotos 3, 4, 5, 6 y 7, le presento cinco animales. En el próximo número le diré las características y de dónde proviene cada
uno de ellos, para ver si coincidimos en cuál es más fino o menos corriente. 

Hablando de finura, quiero agradecer a Daniel San Miguel, de Granja San Miguel, por los animales que me mandó, pues demuestra que el criador mexicano serio, trabajador y honesto, como él y su papá don Arturo San Miguel, puede sacar animales que no le piden nada a los de los gringos, con la gran ventaja de que los precios son más accesibles para uno, como principiante. 

También quiero agradecerle a don Pancho Martínez, hombre de los de antes, serio, respetuoso y exageradamente trabajador, pues desde su llegada mi granja es otra, gracias a sus jardines (20 m2 de pasto) y árboles (5) tan verdes y bien cuidados. Además, ya se le pegó la enfermedad del gallo, pues no se pierde una jugada. Aprovecho para mandarle

un afectuoso saludo al “Chololo” y a sus sobrinos, Fidel y Alan; todos ellos buenos tipos y muy buenos amigos (cuando pasen por Guadalajara, no dejen de disfrutar de una de las mejores birrias, acompañada de un buen tequilita de la región). No quiero dejar pasar la oportunidad de felicitar sinceramente al Ing. Rodolfo Guerrero por el Vigésimo

Aniversario de la revista Pie de Cría: le deseo que cumpla muchos años más haciendo esta noble labor de hacernos llegar, a través de su revista, información de actualidad, entrevistas a los mejores criadores, pastores, amarradotes, navajeros y gente relacionada con el gallo y, desde luego, artículos que son de mucho interés y nos ayudan a tener

mayores conocimientos a los que amamos el hermoso deporte de los gallos. Como siempre, le agradezco a usted, estimado lector, la oportunidad que me brinda de estar presente cada mes en Pie de Cría, la mejor revista especializada en gallos de combate.



5 comentarios:

  1. muy bien me fue muy util su respuesta gracias

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  2. HOLA
    ME GUSTARIA SABER COMO SE DIFERENCIA UN GALLO CABEZA CUADRADA DE UNO CABEZA REDONDA PUES ME PARECEN MUY SIMILARES Y NO LOS DIFERENCIO.
    GRACIAS

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  3. E visto a galleros contarle las escamas de las patas a los gallos conque fin se hace.

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    1. En los gallos de pelea debemos buscar simetria en un corte sagital, al contarlas podemos saber si es igual las 2 y también se cuenta el número de plumas del ala, según la raza y cruza

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  4. soy fanatico a la pelea de gallos de navaja pero nunca tube la oprtunidad de conocer a un gallo fino en la cancha

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