HISTORIA DE LAS PELEAS DE GALLOS EN LA REPUBLICA DOMINICANA

miércoles, 29 de septiembre de 2010

La Vida De Un Gallero: Aureliano Cortés

“Me dediqué a los gallos porque siempre me gustaron, también los caballos y la baraja”, afirma Cortés con un rostro que delata un indicio de picardía en su memoria.Texcoco, Estado de México. (Texcoco Mass Media).- El mejor consejo viene de la experiencia vivida en carne propia, sin duda alguna. El sendero recorrido está lleno de errores y aciertos; algunos que marcan el destino final de la persona. Ésta es la segunda parte de tres que contienen un reportaje especial sobre la vida y obra de un personaje digno de ser recordado en la historia de Texcoco y por qué no de México: Aureliano Cortés Ramírez. La necesidad (representada por una familia en la mayoría de los casos) influye sobre las decisiones del ser humano, en especial en aquellos tiempos cuando las personas todavía hacían lo que tenían que hacer. Don Aureliano Cortés Ramírez es uno de aquellos que, movido por la necesidad, dedicó su labor económica a los juegos de azar y a las peleas de gallos.“Me dediqué a los gallos porque siempre me gustaron, también los caballos y la baraja”, afirma Cortés con un rostro que delata un indicio de picardía en su memoria. La situación que orilló al texcocano a convertirse en gallero no es del todo clara, pues al inicio, la clandestinidad de las peleas significaba un riesgo para cualquiera que estuviese inmiscuido en aquella actividad. “Hace veinte años gobernación comenzó a darse cuenta lo que era el palenque y las peleas de gallos, así que comenzó a regularlas y nos incluyó en materia legal, se ganaba menos pero te quitaba uno la preocupación de antes”, apunta el gallero con más de medio siglo de experiencia. Las apuestas, las desveladas, las contrataciones tanto de artistas como de fuerza de trabajo, fueron algunas de las muchas responsabilidades que asumió “Don Aure” como le dicen los más cercanos a él. “La de un millón”, asegura luego de preguntarle cuánto ha sido la mayor cantidad que ha perdido en una apuesta. Desde la perspectiva de cualquiera podría parecer suculenta la emoción que representa el azar, las apuestas y la vida de noche, sin embargo, Cortés Ramírez aconseja “Si pueden, no le entren. Es el mejor consejo que se me ocurre. Además dicen que el gallo ensucia la casa y limpia el bolsillo”.

Fuente : alianzatex.co