HISTORIA DE LAS PELEAS DE GALLOS EN LA REPUBLICA DOMINICANA

viernes, 6 de mayo de 2011

Galleros Dicen Que Consulta Va Contra Tradición

Esa pregunta molesta, creo que a todos los que nos gustan los gallos.-¿Está usted de acuerdo que en el cantón de su domicilio se prohíban los espectáculos que tengan como finalidad dar muerte al animal?

En la mitad de la carretera Vinces-Junquillo-Salitre, llena de baches y que une a Guayas con Los Ríos, está el recinto Clariza. Allí, casi camuflada entre matas de cacao y plátano, está la gallera de Julián Cabezas. Es un improvisado coso con piso de tierra y formado por latillas (caña guadúa partida) y graderíos de caña y palos. El techo es de plástico. La gallera está limitada por una cerca de alambre de púas de 25 metros por lado. Es el área a la que acceden los asistentes cuando hay peleas, pagando $ 1.

El sábado 23 de abril hubo una jornada gallística. Llegaron unos cien aficionados, cuenta Cabezas, quien hace un gesto de enojo al referirle que en la consulta del sábado 7 de mayo se decidirá en cada cantón si siguen esas peleas, en las que al menos 4 de cada 10 gallos mueren.

La pregunta 8, que es la 3 de la consulta popular, plantea si se prohíbe o no los espectáculos que tengan como fin la muerte del animal. Aquí se ha involucrado a las corridas de toros y las lidias de gallos, aunque en algunas alocuciones el presidente Rafael Correa ha asegurado que no se prohibirían las peleas de gallos “porque no tienen como fin la muerte” de la especie


















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Letrero colocado por el colectivo de movimientos y organizaciones sociales por el Sí.
Cabezas aclara que si bien no todos los gallos mueren, el premio principal de las peleas se lleva el criador del gallo que mata al rival en menos tiempo. “Hay gallos que demoran 3 segundos”, refiere el gallero.

“Esa pregunta molesta, creo que a todos los que nos gustan los gallos. Nos quieren quitar una distracción de toda la vida, una tradición. Por aquí, al menos, esa es nuestra diversión y está mal que se trate de prohibir los gallitos”, señala Julián Cabezas.

Y esa preocupación se repite en diversas localidades de Guayas y Los Ríos, así como en otras de la Sierra y el Oriente, donde la lidia de gallos es un “deporte” preferido. En el recinto Clariza, de Vinces, donde vive Julián Cabezas, hay otras dos galleras. Y en unas siete localidades ubicadas en la vía Salitre-Vinces funcionan otras 27. En Los Ríos, las emisoras de radio publicitan semanalmente concursos de gallos en diversos recintos.

Agrega que al prohibir se fomentaría la clandestinidad. “Nos iríamos al campo y allá cinco policías no podrían entrar a un recinto donde están 200 personas eufóricas”, señala. Su vecino, Carlos Rivera, quien complementa sus ingresos criando gallos de pelea, agrega que en la actividad se involucran miles de personas en el país, entre dueños de galleras, apostadores, criadores y comerciantes que se dedican a la venta de sombreros, aguas, colas etc. Por ejemplo, cita que solo en Calceta hay 50 cosos, entre ellos los tradicionales como La Caponera, Tío Tigre, Tío Mario, Pico y Pata, y otras.

Quienes defienden el Sí en la pregunta 8 señalan que lo hacen porque se trata de la vida. En una volante que se repartió hace una semana en la plaza de toros de Riobamba, Atawallpa Oviedo, fundador del movimiento Sumak, dice: “No es un hecho aislado, sino que establece cuál es nuestra posición y relación frente a cualquier elemento de la vida, llámese toro, gallina, planta, río, montaña, ser humano”. Y agrega: “No se puede concebir que los animales sirvan para diversión, maltrato, placer, hedonismo, lujuria, enriquecimiento de los seres humanos”.

Además, las corridas de toros, que terminan con la muerte del animal, se desarrollan cada año en Ambato, Quito y Valencia (Los Ríos). Cada una lleva el nombre de un santo. La Feria Jesús del Gran Poder, en Quito; la Virgen de la Merced, en Ambato; la San Francisco de Asís, de Valencia; y la Señor del Buen Suceso, de Riobamba.

Esta última se desarrolló hace una semana. Allí, durante las corridas, el “respetable”, como se cataloga al público asistente, lanzó vivas a la fiesta taurina y un rotundo No a la consulta.
Varios ganaderos de Chimborazo, como los hermanos García, afirman que la consulta “ha sido construida con variedad de temas no relacionados entre sí, provocando desconcierto y confusión en el elector”.

Mientras el torero Rodrigo Viteri indica que la actividad taurina es una tradición arraigada en la comunidad, “asociada a ingredientes religiosos, culturales, turísticos, artísticos y otros”.
Humberto Álvarez, promotor taurino de Valencia, dice que prohibir la muerte del toro sería como hacer cebiche sin limón.




fuente: .eluniverso.co


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