HISTORIA DE LAS PELEAS DE GALLOS EN LA REPUBLICA DOMINICANA

lunes, 9 de mayo de 2011

En Pelea Por Sus Gallos

las peleas entre un gallo recortado, descrestado y desbarbado con un pollito al natural.Preparar a un gallo de combate es como entrenar a un boxeador para su pelea del año: requiere de un cuidado especial, extenso y, obviamente, de calidad.

La concepción de un ejemplar para peleas está predeterminada por los criadores de gallos al momento de escoger al padrote. Se cría a mano, por tres meses, y después vienen los combates. “Tienes que darle un mantenimiento de recortarlo, acortarle las crestas y, semanalmente, tirarlo con una chata”, explicó Ángel “Tite” Ortiz, propietario de la gallera Las Palmas en Bayamón.

Las chatas son ejemplares no entrenados con los que los gallos de pelea practican semanalmente, por espacio de unos 15 minutos. “Van a recibir palos, como dice uno”, comentó.

O sea, es como lanzar en un ring al campeón wélter Manny Pacquiao, clasificado como el mejor del mundo, con un boxeador aficionado que apenas hace sus pininos en el cuadrilátero. Probablemente, este último cogería una catimba.

Y así es, prácticamente, como se podrían describir las peleas entre un gallo recortado, descrestado y desbarbado con un pollito al natural. El segundo tiene las de perder.

“El gallo pelaíto no se cansa, no tiene la cresta, que pesa tanto, está mas liviano para moverse. Un gallo con barba, cuando le dan dos espuelazos, ya se rinde. Éstos no, éstos son más livianos y pelean hasta lo último”, dijo mientras sostenía uno de los 60 gallos de pelea que posee.

Lamentablemente, durante la pasada temporada gallística, en algunos centros del país se vieron este tipo de combates entre gallos limpios y gallos al natural, a pesar de que están prohibidas por reglamentación.

Dicha acción provocó que el Departamento de Recreación y Deportes dejara sin efecto, el pasado 28 de febrero, una orden administrativa que autorizaba la pelea de gallos sin tener que recortarlos, descrestarlos y desbarbarlos, durante los meses de agosto, septiembre y octubre.

Este periodo se conoce como el invernazo, que es cuando se buscan los padrotes y gallinas adecuadas para lograr distintos tipos de gallos. En esos tres meses, los preparan para tenerlos listos para la próxima temporada. Unas 30 galleras de las 93 registradas en la Isla tiraron a pelear gallos al natural.

El problema radica, aparentemente, en que la orden establece que no se puede lanzar a pelear a un gallo sin recortar, descrestar y desbarbar con uno que haya pasado por el proceso, explicó William Martínez, director auxiliar de la Oficina de Asuntos Gallísticos. En algunas galleras ocurrió lo contrario.

“Hubo muchas irregularidades y el Secretario, basándose en eso, toma la decisión, para esta temporada, de no permitir estas jugadas”, explicó Martínez, quien aclaró, sin embargo, que con los “ajustes necesarios” se podría revertir la decisión y permitir que los gallos al natural vayan a combate.

Igualmente, entre las razones para la eliminación de la orden administrativa estuvo el hecho de que las peleas de gallos al natural desvirtúan los factores de calidad y preparación, lo que algunos galleros niegan.

De hecho, fueron los galleros quienes abogaron por que se le permitiera pelear a ejemplares al natural por entender que se trata de una evolución del deporte del pico y las espuelas y por que redunda en avances económicos.


primerahora.com

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