HISTORIA DE LAS PELEAS DE GALLOS EN LA REPUBLICA DOMINICANA

jueves, 10 de febrero de 2011

PALABRA DE GALLERO

Decir “palabra de gallero” es como decir “mi palabra es escritura pública”.-Don Pedro Saker dueño de la gallera y con apoyo de mi amigo Julio César Vélez Martillo como su ayudante eran los grandes artífices de que todos los lunes observáramos las peleas de lides de grandes gallos, ya sea calce a calce o pata a pata. Las apuestas que se hacían se cumplían por la palabra que representaba la honorabilidad de quienes apostaban  Por eso traigo a colación lo que a nosotros los costeños nos competen, es decir, los gallos. Sus dichos, refranes, símiles, décimas, sentencias, refiriéndose a los gallos, el gallero, la gallera, y por extensión a sus juegos, sus compromisos, sus promesas, su palabra.  Decir “palabra de gallero”, equivale a significar, palabra de un hombre o una mujer que no miente, que no hace trampa, que cumple sus compromisos, que empeña su palabra, que no hay duda de su honestidad, que pase lo que pase será cumplida. Y, hay de aquel que dude de la veracidad de su palabra, puede hasta correr sangre, crear enemigos, resentimientos, murallas, olvidos para siempre. 

Eso es ser gallero, que equivale a decir ser sincero, sin ningún otro interés que el de ser reconocido de alguien que jamás incumplió lo que prometió y que puede salir a la calle con la frente en alto porque a nadie nunca engañó.  Decir “palabra de gallero” es como decir “mi palabra es escritura pública”; o sea que no necesito refrendarla en ninguna notaría, pues lo que digo lo cumpliré aunque el cielo se venga abajo.  Esta es la actitud que deben adoptar las personas que tienen responsabilidades con la sociedad desde las funciones que desempeñan. No mentir, esa es la clave, decir siempre la verdad aunque duela. Porque si al final prometes una cosa a los demás, a los amigos, a la familia, al pueblo, eso se convierte en PALABRA DE GALLERO, que quiere decir que será cumplido.  Lo contrario será mirar a una persona mentirosa, despreciable, que no es un hombre o mujer a carta cabal porque no cumple sus promesas y quedará para la historia que todo lo recoge y lo publica como una persona cínica, arribista, cruel, politiquera, sucia y sin personalidad.   No nos quiten parte de nuestra tradición, déjennos con nuestras costumbres, eso nos ayuda a ser diferentes y mejores.  ¡Tengamos en nuestra vida pública y privada palabra de gallero!

Fuente: www.eldiario.com.ec

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