HISTORIA DE LAS PELEAS DE GALLOS EN LA REPUBLICA DOMINICANA

sábado, 19 de febrero de 2011

En Fotos: Riñas De Gallos En Cuba

pasión gallera.-Desde la época de la colonia española en los campos en Cuba hay pasión por las riñas de gallos. Prácticamente en todo el país hay “vallas” como esta de la Finca Azcona, en las afueras de La Habana y dirigida por Guillermo García, un Comandante de la Sierra Maestra de origen campesino. (Fotos: Raquel Pérez. Textos: Fernando Ravsberg)


Cada fin de semana de diciembre a julio cientos de personas llegan a estas vallas con sus gallos de pelea para competir. Nada parece desanimarlos a pesar de que muchos de estos ejemplares no sobrevivirán el combate y sus criadores regresarán a casa con el animal muerto en sus manos.

Uno de estos gallos puede costar más de U$S300, por lo que son cuidados con esmero. Sus criadores les mandan a hacer incluso guacales especiales para trasladarlos sin que sufran daños. Los galleros son los que se encargan de alimentarlos y entrenarlos para que lleguen en buena forma a la valla.

La tradición de las riñas de gallos es tan fuerte que se encuentran familias en las que son galleros el abuelo, el hijo y el nieto. Los Alfonso son socios de la Finca Ancona desde su fundación y tienen nada menos que 120 gallos de pelea. En el pasado han llevado a Colombia más de 90 ejemplares.
Los galleros le dan una dieta especial que incluye una "bola" de proteínas (huevo, pescado o carne). Le controlan el peso con ejercicios y los entrenan con gallos "sparring", a los que les cortan las espuelas y le amarran el pico para que no puedan lastimar al peleador. 

En Cuba todo el juego está prohibido desde que triunfó la revolución en 1959. Sin embargo, en todo el país existen cientos de vallas clandestinas donde los cubanos apuestan miles de pesos a los gallos. Estas apuestas y las exportaciones son los mecanismos por los que se sostiene la crianza de gallos finos en la isla. 

La Finca Ancona también se dedica a la exportación de gallos finos. Sus principales clientes están en el Caribe, México, Centroamérica, Venezuela y Colombia. Para este año prevén vender alrededor de 200 ejemplares. En esos países se mueve tanto dinero en las riñas que los compradores contratan y se llevan al gallero cubano para que se los atienda. 
Los gallos finos cubanos son relativamente pequeños pero sumamente ágiles y agresivos, razón por la cual criadores de otros países los buscan. Las peleas se dan entre ejemplares de la misma categoría, por lo que antes de cada combate son pesados por los empleados de la Finca Ancona. 

En la finca nos explican que los gallos de pelea en otros países tienen espuelas de cualquier tamaño y todo tipo de material, incluso tungsteno. Las reglas en Cuba especifican que las espuelas no pueden ser mayores de 23 mm. y los materiales autorizados son espuelas de otros gallos, acrílico o carey (caparazón de la tortuga). 

Una veterinaria comprueba el estado del gallo antes de la pelea buscando trampas. Algunos galleros poco "éticos" les untan grasa en las plumas para que se zafe cuando el contrincante pretenda sujetarlo. También hay quienes les ponen veneno o anestésicos en el pico o las espuelas para lograr ventajas en la pelea. 

A pesar de lo cruel de las peleas de gallos nadie en Cuba parece cuestionar esta tradición nacional. De hecho muchos importantes políticos y militares cubanos son apasionados de las riñas, así que todo indica que las vallas seguirán funcionando en la isla por mucho tiempo más. 



via gallerosoy.com





No hay comentarios:

Publicar un comentario