HISTORIA DE LAS PELEAS DE GALLOS EN LA REPUBLICA DOMINICANA

viernes, 29 de abril de 2011

Historia de las Peleas de Gallos

Después de Dios, si a alguien debemos agradecer los galleros es al profeta Noe, quien le dio cabida en su maravillosa barca al gallo y la gallina de combate entre sus miles de seres vivos que salvo del "diluvio" exterminador, el, su mujer, hijos y nueras. Por su arrogancia y energía, me imagino que el gallo de combate debió ser uno de los primeros en desembarcar el 17 del mes séptimo de la "barca" del profeta.

La palabra GALLO, proviene del Latín Gallus. Miles de años antes de nuestra era, ya se realizaban la crianza, reproducción y distracción de los gallos de pelea. Sin embargo en tiempos pasados tuvieron orígenes en dos raíces principales que son el Gallus BANKIVA y el Gallus SONERATI ambos del Asia Menor, llamado este ultimo en la India Katukoli.

Si pudiéramos retroceder el tiempo e imprimir imágenes, tuviéramos en primer plano a Adán y Eva observando y azuzando apasionadamente a sus gallos como pasatiempo predilecto, sobre todo si pensamos que en esos primeros años de la vida, no había televisión por cable, radio, cine, carros, motos, aviones, juegos electrónicos y mucho menos Internet. En la era moderna se conocen aun, algunas razas salvajes, pero se estima como superior y excelente entre los mejores, el gallo Asile que todavía se encuentra en la isla de Java, en el Asia.

El gallo ha estado vivo y presente en toda la historia de la humanidad, ya sea como un ave sagrada en el código Mamu de la India, modelo e inspiración de Artistas y colección de Arte en los museos de Turín, Génova, Valencia, New York, Madrid, Louvre o en Grecia en la cimera de Minerva, al lado de los dioses Marte o Mercurio, en millones de monedas, en escudos, así como esta presente en el cristianismo entre San Pedro y Jesucristo.

Los griegos no solo expandieron la pasión por los gallos en todos sus dominios, sino también obligaron a sus ciudadanos jóvenes a ver por lo menos una pelea de gallos al año, para aprender de las aves su moral de combate.

Fue así como llego la pelea de gallos a Francia, Roma, Inglaterra y España. Cuando los conquistadores desembarcaron en América, muchos de ellos trajeron sus gallos de combate debajo del brazo. Se dice que el conquistador Hernán Cortes cuando llego a México, entre las primeras cosas que hizo fue construir su gallinero para criar gallos de peleas. No en balde México es la cuna del deporte de los gallos.

Lo mismo hicieron los jefes de los virreinatos de Perú, donde Doña Inés de Suárez se dedico a criar gallos de peleas según escritos históricos de la colonia. Doña Inés, posteriormente como compañera de vida de Don Pedro de Valdivia, fundador de Santiago de Chile, siguió promoviendo las peleas de gallos, donde se juegan hasta hoy.

En Nicaragua ocurrió lo mismo desde la colonia, por eso nuestros antepasados fueron apasionados galleros y también gobernantes como: José Santos Zelaya, Tomas Martines, Fernando Guzmán, Pedro Joaquín Chamorro y José Maria Moncada Tapia.

Pero no solo estos presidentes nicaragüenses han sido galleros, también fueron gobernantes estadounidenses como: George Washington, Andrew Jackson y Abraham Lincoln, de quien se dice que hasta le gustaba fungir como juez en la arena.

A quien se considera un gran criador y gallero fue sin lugar a dudas al presidente Andrew Jackson quien siguió siendo gallero durante su estadía en la Casa Blanca. En toda América se considera al General mexicano Antonio López de Santa Ana y al norteamericano Nick Arrington, como los mas celebres deportistas galleros de todos los tiempos.

Los gallos llegados a América Latina tienen origen español y como raíz el Gallus BANKIVA, los gallos norteamericanos tienen orígenes ingles o irlandés y todas las razas norteamericanas han recibido el nombre de sus criadores quienes las han mejorado de acuerdo a sus requerimiento de lucha o corte.

Al entrar el tercer milenio, las peleas de gallos son tan apasionadas como cuando Adán y Eva, Cleopatra y Marco Antonio, Doña Inés y Pedro de Valdivia; tan vivas y lejanas como en el olvidado MACONDO del Nóbel Gabriel García Márquez.

Peleas de gallos clandestinas
Sujeta al ámbito de la cultura popular de las minorías, la práctica es ilegal en EU

Cada semana las peleas de gallos clandestinas atraen la atención de cientos de espectadores. Pero no cualquiera puede entrar. Los encargados de realizar las saben que se trata de una actividad ilícita. Por eso están al tanto de quienes entran. Todos son conocidos. De ahí, del barrio. Nada de forasteros. Pero en Estados Unidos son ilegales. La semana pasada, Louisiana, el único estado que las permitía, aprobó una ley para prohibir esa actividad a partir de agosto de 2008. En México, la Feria de San Marcos se ha convertido en el principal centro de atracción para las peleas de gallos. Cada año se juegan millones de pesos en apuestas. Muchas son las historias que se cuentan, de hombres que han perdido su rancho, su caballo o a su esposa por su fe en el espolón de algún gallo giro o colorado. Para ellos, quienes se dedican a realizar este espectáculo, se trata de un deporte De acuerdo con el grupo especial de la policía que combate la crueldad en contra de los animales, el Animal Cruelty Task Force (ACTF), las peleas de gallos se realizan con frencuencia principalmente en el Valle de San Fernando, en el Este de Los Ángeles y en el área de Harbor.

Es en esas zonas donde por lo general se crían gallos para combate, donde cientos de personas se dedican a ellos y llevan a cabo torneos con el cruce de apuesta de miles de dólares. La temporada alta de peleas de gallos clandestinas empieza por lo general la última semana de noviembre, a partir del Día de Acción de Gracias, dice la detective Ortega, aunque en realidad cada semana hay enfrentamientos.

Para los galleros se trata de una tradición, parte de la cultura de los pueblos latinoamericanos. Sin embargo, grupos defensores de los animales aseguran que se trata de un "deporte sangriento", de una actividad cruel en contra de los animales. Para muchos galleros, el gallo de pelea representa clase, nobleza, determinación y disposición al sacrificio.

Para la organización defensora de animales People for the Ethical Treatment of Animals (PETA), las peleas de gallos son un "deporte" sangriento y brutal que no debería tener lugar en las sociedades civilizadas.

Heather Moore, representante de PETA, destaca que este tipo de peleas son dañinas tanto para los gallos como para el ser humano y que los libros de historia deberían referirse a ellas de igual manera que la esclavitud, la segregación racial, la explotación infantil y otras prácticas vergonzosas del pasado.

Las peleas de gallos llegan a América con la conquista española y desde entonces se han convertido en un símbolo de las ferias populares.

La detective Linda Ortega, de la ACTF, dice que estos gallos son criados para el combate alimentándolo con vitaminas y esteroides que transforman su genética y los convierten en más agresivos.

En su ambiente natural estas aves suelen defender a picotazos y espolones su territorio o comida, pero de acuerdo con expertos, nunca pelearían a muerte, ya que el más débil huiría. Sin embargo en un palenque, el gallo no tiene escapatoria y de acuerdo con las reglas del juego, la pelea es a muerte: hasta que clave el pico.

Las leyes de California prohíben la realización de peleas entre gallos. Quienes violan el Código Penal 597 de California, en sus incisos b, c y j, puede ser sujeto a un año de prisión y una multa de hasta 20 mil dólares.

Además de los cuestionamientos de crueldad en contra de estas aves, organizaciones también han manifestados su preocupación por los riesgos en la salud que consideran representan la cría y el traslado de gallos de pelea.

En el año 2003 California experimentó una epidemia entre las aves de corral debido a la detección de la enfermedad llamada Exotic Newcastle, la cual, según estimó el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), mató a más de 3.2 millones de pollos, gallos y gallinas.

Richard Lobb, portavoz del National Chicken Council, dijo que se cree que esa enfermedad pudo haber tenido conexión con el tráfico de gallos de pelea. "Las peleas de gallos son un potencial problema de salud. Algunos relacionan la enfermedad de Newcastle con los gallos de pelea. Es una preocupación y por su puesto que no nos gusta esa práctica", dijo el vocero de los criadores de aves de corral en el país.También se cree que el manejo sin control de los gallos de pelea podría esparcir la gripe aviar. En 2002 el presidente George W. Bush firmó una ley que prohíbe trasladar gallos de un estado a otro


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