HISTORIA DE LAS PELEAS DE GALLOS EN LA REPUBLICA DOMINICANA

miércoles, 20 de abril de 2011

GALLOS Y CANTOS

Gallo y Cantos.-En contra del pensar y creencias de muchos, la costumbre de criar gallos de riñas no tiene su origen en nuestro caribe; en Grecia, Temistocles en tiempos de guerra con los persas para aumentar el animo guerrero de sus soldados, organizaba riñas de gallos con el fin de comparar el valor de estos animales con el de los soldados de su ejercito, poniéndolos como simbolos de coraje y lucha hasta el fin. En el año 480 A.C. durante sus contiendas contra Jorges, la sangre dejada en la arena por los emplumados animales sirvia como ejemplo a los soldados griegos para enjugar con la suya el suelo luchando hasta morir, como señal de valor y entrega por su raza, cual gallo fino en la valla de cualquier gallera. De allí, la costumbre de las riñas de gallos fue transmitida a los romanos, de donde paso a la península iberica y en la epoca de la conquista, los españoles trajeron sus gallos de combate debajo del brazo. El conquistador Hernan Cortes al llegar a territorio mexicano, entre las primeras obras que realizo, fue la construcción de un gallinero para criar gallos de pelea.

En el año 1536, por el puerto de Santa Marta Gonzalo Jimenez de Quesada, fue tal vez entre los primeros que trajo gallos de pelea a Colombia, es probable que para la misma época llegaran los gallos finos a Riohacha, regandose por toda la región y sembrando la semilla de las galleraas y con ella las emociones que nacen de los picos y espuelas que hoy hacen de las riñas de gallos un elemento propio de la cultura y tradición de nuestra tierra. Lo mismo sucedio con el acordeon también venido de Europa, entra por Riohacha y de aqui cogio camino en ancas de burros, regando notas por toda la Provincia de Padilla.

Los gallos de nuestra región pertenecen a la raza banquivoide o gallos gallus 0 del grupo de los galliformes domesticados en la India y Sumatra, en donde aun conviven diversos tipos de gallos en estado salvaje. Los acordeones nacieron en Austria, se criaron en Francia, Italia y Alemania, se terminaron de domesticar en el mundo ballenato, donde conviven las clases ADG, GSF y Cinco letras, de la raza Honner, de origen alem�n. En nuestra region los acordeoneros se dan silvestres.

La tradicion gallistica en Riohacha se hace historia desde la epoca de la colonia, convirtiendose como un legado cultural de gran importancia para las costumbres regionales, pasando de generación en generaci�n que por mucho tiempo la han mantenido viva, estando aun vigente, encontrando en los plumiferos de peleas un estilo de vida que motiva al nacimiento de amistades alrededor de la valla de una gallera, no solamente de gentes de la misma región sino con galleros de otros pueblos, que acuden a las concentraciones o encuentros de galleros.
Riohacha siempre ha sido cuna de apasionados galleros y valerosos gallos de peleas. Revolviendo las hojas de la historia y escarbando entre plumas y espuelas de giros, cenizos, coloraos, chinos, gallinos, blancos, negros y jabaos, nos encontramos a principios del siglo XX con Tati Vaca, Gerardo Garcia, Madero Navas, Changue lito Lubo, Felix Celedon, Monche Castro, Tuto Marquez, Miguel Bruges, Juan Lubo, Juan Castañeda, quienes se daban cita para sus encuentros de galleros en distintos sitios a campo abierto de la ciudad en donde la gritería de los aficionados servia de marco para la lucha entre dos animales que enfrentados a pico y espuela se jugaban la vida y las emociones de sus criadores. Los domingos y días de fiestas desde antes que calentara el sol, la gente se arremolinaba debajo del palo moraito, en la carrera 8 entre calles 9 y 10, donde por mucho tiempo después quedo la carbonera, o bajo el palo de trupio que estaba donde hoy funciona la bomba 16 de julio; bajo el palo de trupio en la carrera 9 entre calles 9 y 10 cerca a la casa de Proto Mejia, o en la calle primera del Barrio Arriba, en la casa de Jose Maria (Pepe) Bonivento.

Al ir subiendo el telón del tiempo, los gallomanos riohacheros se fueron organizando y se construyeron las gallera de Caliche Rivas ubicada en la calle 4 entre carreras 6 y 7 y la de Victor Perez, en la calle 3b con carrera 5. En estos coliseos, los gladiadores emplumados se daban cita todos los domingos y en brazos de los galleros llegaban para ofrendar sus vidas en pro de la fama de su galleria. Las peleas comenzaban despues de misa hasta el medio dia en la gallera de Caliche Rivas; en la tarde la sangre corria al compas del rebruje de picos y espuelas en medio de la algarabia del publico, en la gallera de Victor Perez. Era la epoca de los años 20.

En los años cincuenta, se fundo la gallera de Jose Orozco, ubicada en la calle 3B del Barrio Arriba, lleva el nombre del gallero Monche Castro y en la cual se dan cita los galleros de la regiin, realizando para las fiestas del dos de febrero las mas importantes de las concentraciones, con gallos y galleros venidos de varias regiones del país y del exterior, sobre todo de Aruba y Venezuela. Para la misma época se construye la desparecida gallera de Hector Henriquez. Hoy se cuenta con galleras de menor importancia en diversos sectores de la ciudad, y se construye un moderno coliseo gallistico llamado El ovalo de la cocacola, de Germ�n Barros, en el sitio conocido como La finquita.

En cada época han existido gallos de fama por su estampa y fiereza, pero entre todos son recordados con admiración los ejemplares conocidos como El Capuchino; de Indo Siosi, El Recoveco de Felix Celedon y Cementerio de Juan Castañeta, animales que con su valentia le dieron honores a su raza, al igual que en cada ,poca han existido acoderoneros famosos: Francisco Moscote, Nandito Rivero,El cubano , Chico Bolaños, Alejo Duran, Luis Enrique Martinez entre otros.

Entre las risas mas recordadas por la fama, calidad, valentía y estampa de los protagonistas fueron las que enfrentaron a los gallos Príncipe de Mingo Navas y al Chino de Angel Henriquez, a Raulito de Gustavo Quintero contra El Ejercito de Jose Orozco. Igual sucede en el mundo vallenato donde son memorables los encuentros o piquer�as que en medio de cantos y notas han enfrentados a nuestros juglares con versos, bajos y pitos de acordeon; Francisco El Hombre viaj0 a Atanquez para enfrentarse al juntero Abraham Maestre, el fonsequero Luis Pitre mantuvo famosas faenas de piquer�a con Andres Montufar; quien vivia en Valencia de Jesus, Emiliano Zuleta entre 1928 y 1937 se mantuvo en constante pique con Lorenzo Morales, el mismo Zuleta por mas de 18 años tuvo como contrincante a su hermano Toño Salas, en los años setenta Enrique Diaz fue protagonista de una famosa piquer�a con Rugero Suarez, Miguel Herrera tambi�n se di� unos picotazos con Diomedes Diaz. Hoy dia la piqueria entre verseadores es un atractivo en los festivales de musica vallenata.

Entre los cultores del vallenato por siempre se han hecho comparaciones entre los gallos de raza fina y los acordeoneros y son muchos los argumentos que han hecho paginas clasicas dentro de la musica regional sobre todo cuando se realizan los enfrentamientos entre acordeoneros. En medio de la piquer�a o en las parrandas, los parciales de cada uno de los musicos los animan como gallos en plena faena de furia, sangre, espuelas, picos y plumas a los gritos de un pica pollo, arriba galloy trasladando el espiritu combativo de los gladiadores emplumados a los acordeoneros, convirtiendo la parranda en la valla o lugar de encuentro para demostrar su casta y raza.

De alli nace la tradicion de identificar a muchos acodeoneros como miembros de la raza peleonera que transforman sus dedos en espuelas y sus notas en sonoro cantar de gallo fino, para enfrentarse con sus versos en el ruedo de una parranda a cualquier contrincante en la mas alegre de las �peleas�.

Asi como a los gallos finos a la hora de las risas le calzan espuelas artificiales, aumentando la peligrosidad de las heridas, los acordeoneros acostumbran a realizarles cambios a sus acordeones en los pitos para adecuarse mejor a su tono de voz y realizar una mejor presentacion ante el publico. Otra similitud entre los gallos finos y nuestros acordeoneros radica en su preparacion para los enfrentamientos; mientras los gallos son entrenados para la pelea en encuentros con otros gallos embotondoles las espuelas para no causarse lesiones, los acordeoneros acuden a las parrandas a coger traj�n aprendiendo de los veteranos para participar en los festivales.

Son muchos los acordeoneros que se identifican como gallos, recordamos a Juancito Granados, conocido como El gallo de Camperucho, mitico acordeonero nacido a mediados del XIX. Luis Enrique Martinez es conocido como El pollo vallenato aunque el se autodefinio comoEl gallo jabao; Beto Rada se identifica como El gallo negro; Ponchito Cotes bautizo a Israel Romero el Pollo Negro; Ivan Villazon llama a Sa�l Lallemand �El tuntuneco� nombre de un famoso gallo de Cabiche Aponte; Beto Zabaleta animaba a Beto Villa diciendole mas� es que pica el canaguey; Poncho Zuleta utiliza la frase de pica, pica papujo para estimular las notas de Emilianito; lo mismo que Daniel Celed�n alegraba a Israel Romero con el grito de �vamos pollo Israe o a Ismael Rudas con vamos pollo Isma; y Diomedes Diaz puya a su joven acordeonero Ivan Zuleta cuando lo invit� a demostrar su raza a Cocha Molina para su primera presentacion en la valla vallenata le compuso El gallo y el pollo, Juan David Herrera es El pollito

Los gallos mezclaron con nuestros folcloristas sus semejanzas para dar como resultado inmortales piezas de nuestro folclor que orgullosamente hacen de este repertorio, la mas famosa de las galleras, entre esos ejemplares de plumas, picos, versos y notas de acordeón encontramos: Pico y espuela y El gallo viejo; Emiliano Zuleta Baquero, El pollo vallenato, El gallo Caraballo y El gallo jabao; Luis E. Martines, El gallo bueno y El Cordobas; Adolfo Pacheco, El tigre de una roma; Pacho Rada, El gallo fino; Edilberto Daza, El gallo atravezao; Guillermo Buitrago, La muerte del buen amigo Julio O�ate Martines, El viejo pollo; Enrique El pollo negro; Ponchito Cotes, Los gallos de Pivijaya; Armando Zabaleta, Mi par de polluelos; Juan Segundo Lagos, El gallo tuerto; Jose Barros, El gallito; Leandro Diaz, El gallo y el pollo; Diomedes Diaz, y El gallo negro de Beto Rada.

Mientras haya gallos finos, habrán galleros, galleras y riñas en las galleras y mientras exista el acordeón, habra cantos y naceran acordeoneros y con ellos seguirá la tradicion de sentirse gallos de pelea, para enfrentarse en piqueria a cualquier rival en medio de una parranda, animados gallos y acordeonista por la gritería entusiasmada de la gente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario