HISTORIA DE LAS PELEAS DE GALLOS EN LA REPUBLICA DOMINICANA

jueves, 27 de enero de 2011

Consulta No Frenará Las Peleas De Gallos

Ecuador.- Los galleros del Ecuador creen que el Gobierno desperdiciará 30 millones de dólares en una consulta popular “literalmente absurda”.A criterio del gremio no tiene sentido hablar de los derechos de los animales, específicamente de los toros y de los gallos, cuando al pescar por diversión, por ejemplo, también se está matando al animal.   ¿Cuál de los dos tiene más derechos: el pez o el gallo?, se pregunta irónicamente Antonio Mata, comisario de la Asociación de Criadores de Gallos de Combate y Exhibición del Ecuador.   Pero más que absurda -a su criterio- la consulta es inconstitucional. Recordó que estos torneos son una tradición ancestral que llegaron con la conquista española. De hecho la Constitución consagra las costumbres ancestrales.   “Si bien es cierto que somos una minoría, es parte de nuestra cultura”, insiste Mata, quien define a esta afición como un intercambio cultural.

Por su parte, Jorge Yánez, secretario de la Asociación Nacional de Gallos de Combate, coincide con Mata en el sentido de que la pregunta 3 de la consulta es inconstitucionalidad, pues “esto es tan viejo como la humanidad”. Explica que los gallos de pelea a diferencia de lo que piensan ciertas personas nacieron para pelear, esa es su naturaleza. Le pongo un ejemplo, si los dejásemos sueltos en un patio se pelearían entre padres e hijos, hermanos, primos, en fin... su especie misma es así, nadie los entrena para que compitan. Pelean por instinto, por territorio, hasta por celos.  Lo que hacen en Ecuador y en todo el mundo es prepararlos para que peleen en igualdad de condiciones: con el mismo peso, edad, porte, raza, incluso con las mismas armas (espuelas) y un reglamento.
De prohibirse el combate entre estos animales lo que provocaría es la extinción de esta raza, como ha ocurrido en varios países de Europa. Es mejor que estas personas que tanto se preocupan por la protección animal, se preocupen más por prohibir el boxeo, por ejemplo, donde sí se prepara a un ser humano para pelear y noquear a otro. “Sin embargo, el Presidente de la República y los grupos protectores de animales no dicen nada al respecto”.  El gremio cree que la pregunta que se plantea en la consulta está inducida para que la gente vote por el Sí.



Esta es una afición que no se la puede eliminar de un simple plumazo”, dice Yánez, tras señalar que está muy arraigada en la población. Más bien, nos estarían obligando a realizar los torneos de manera clandestina o privada, en haciendas o casas de amigos.  Lo que la gente no sabe -anota- es que una exhibición genera fuentes de trabajo e intensa actividad comercial. Durante una pelea de gallos surgen vendedores de guantes, espuelas, comida, agua, colas, cervezas y sombreros. De prohibirse esta actividad se quedarían sin trabajo veterinarios, criadores, entrenadores y jueces.   Afectaría también al que fabrica maletas para transportar las aves; a los laboratorios que elaboran productos (vitaminas, sueros o medicamentos para estos animales).


El gremio estima que existen 2.000 espacios para el combate de estos animales en Ecuador y operan en las 24 provincias, incluida Galápagos. Además, calculan que cada fin de semana llegan a los escenarios entre 300 y 500 aficionados.
Solo en Guayaquil existen “más de 20 galleras” y cada una juega indistintamente todas las semanas. La pelea tiene sus propios reglamentos y una particularidad: la palabra de una persona se honra en una apuesta.    El sociólogo Homero Ramírez hace énfasis en la palabra del gallero, pues históricamente equivale a una escritura pública; señala que si se acaba se extirparía a las pocas personas que tienen una palabra firme.  “¿Qué pasa si nosotros cerramos todas las galleras?”, cuestiona Ramírez. “Lo que hacemos es afectar fundamentalmente a las personas que trabajan directa o indirectamente con esta actividad”. Concuerda con Yánez en que la práctica de esta afición no se va a dejar de realizar.   “Esto no va a cambiar el país. No lo va a afectar políticamente, ni perjudicar económicamente”, indica.   Una vida con esta afición    Danilo Olivares concuerda con los demás miembros de su gremio. Él es propietario de una gallera en el cantón Balzar, y desde los 17 años confrontar estas aves ha sido una de sus distracciones preferidas.  Este aficionado tiene un criadero de 60 gallos en su propiedad, y durante toda la semana dos entrenadores, que ha contratado para que se encarguen de sus aves, los preparan para combatir: les dan las vitaminas, los bañan, les desinfectan la piel, evitan que les piquen los mosquitos porque los debilitan.   “Son como una niña bonita, por lo que deben tener muchos cuidados”, señala.    Olivares juega todos los fines de semana. A su gallera acuden casi 400 personas que apuestan desde 30 y 50 dólares.    “Todo es de frente, incluso va la Policía y hay control”. Afirma que esta es una de sus preocupaciones, ya que al ser un evento clandestino, no habría un ente regulador y podrían producirse peleas entre los mismos apostadores.


via gallerosoy.com

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