Palabra de un gallero vale más que un cheque En época pasada, el hombre tenía que ser serio y demostrarlo, algo que fue cambiando con el paso de los años y muchas costumbres y comportamientos del ser humano se han modificado. Ya no es necesario batirse en el campo del honor para hacer prevalecer la seriedad en los hombres. En el campo de los negocios la palabra del hombre no es tomada en cuenta, y para cerrar cualquier trato es necesario firmar un documento, el cual es mantenido como prueba del pacto firmado entres dos hombres. En el deporte del pico y las espuelas, existe un trato de caballeros, el cual los galleros tratan de cumplir aunque tengan que pagar con su vida. Cuando un gallero cierra una jugada en las vallas o redondeles, es como si estuviera firmando un documento en el cual se compromete a pagar aunque tenga que dejar su vida para cumplir con el pacto acordado. En una ocasión, se escuchó decir al fallecido General Eladio Marmolejo que una apuesta cerrada por un gallero era mejor que un cheque si depositar en el banco, lo que demuestra el valor que tiene la palabra de un gallero. En las galleras se cierran jugadas entre aficionados de ese deporte que nunca se han visto y nadie le pregunta al contrario si tiene el dinero apostado. Una jugador de gallo es capaz de hacer varias jugadas en una misma pelea de gallo, y al final paga y le cobra a todos con los que jugó. Muchos jugadores de gallos han tenido que dejar su palabra empeñada en una gallera, o sea han tomado dinero prestado y solo han puesto en garantía su palabra, lo que no es aceptado en ningún banco del mundo. En una de nuestras visitas al Coliseo de Santo Domingo, hemos podido observar que existe una especie de banquero que cuenta con una suma de dinero para prestarlo a los apostadores durante el desarrollo de las jugadas. En tiempo de nuestros abuelos, los galleros casaban los gallos con un amigos mucho antes de que estos estuvieran apto para la pelea y un mes antes le mandaban a avisar a su adversario que su pollo ya estaba listo para la pelea. Esto lo hacían mediante un mensaje enviado con un amigo, en algunos casos en burro, en el cual le avisaban que mandara un gallo del mismo peso. El pago de estas apuestas se hacía muchas veces un día que ellos escogían, no el día de la pelea. Cuentan algunos de los galleros más viejos en este deporte, que en una ocasión el hermano del dictador Rafael Leónidas Trujillo, Petan Trujillo, perdió una pelea en ya desaparecida gallera de Cristo Rey, y se negó a pagar la pelea y el público le exigió cumplir con la palabra, por lo que Petán, motivado por el compromiso de la palabra recurrió a pagar. El cumplimiento le ha dado el valor a la palabra de un gallero, por lo que es frecuente escuchar la expresión pacto de honor cuando se trata de acuerdo entre galleros. Los que practican el gallerismo son calificados como caballeros, porque el honor, el respeto a la palabra y la amistad sincera caracterizan a los galleros de todo el mundo.
HISTORIA DE LAS PELEAS DE GALLOS EN LA REPUBLICA DOMINICANA
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