HISTORIA DE LAS PELEAS DE GALLOS EN LA REPUBLICA DOMINICANA

lunes, 6 de diciembre de 2010

Alerta Internacional

Por información publicada en esta página y otras que hemos recibido por otros medios, la práctica del Deporte de Gallos se ha visto atacada recientemente en diferentes países donde se ha practicado por largos años. Puerto Rico no ha sido la excepción y también varias personas se han manifestado en su contra. Recientemente la senadora Melinda Romero presento un proyecto de ley donde su contenido atentaba contra la estabilidad y permanencia del deporte de Gallos en la isla. Más tarde elproyecto fue retirado, pero no por sus meritos, sino por su potencial costo político. Aunque el deporte salió airoso de este issue , los enemigos están presentes y seguirán dando la batalla desde otros escenarios. Sabemos que pasados algunos días el incidente quedara olvidado para los deportistas de gallos pero no así para los que tienen en su agenda lograr en Puerto Rico a largo plazo lo ocurrido en los 50 estados de la nación americana. 
Melinda Romerocarla Capalli
Los enemigos de los gallos en Puerto Rico tienen a tres féminas que se han expresado públicamente en su contra y con la ventaja de estar colocadas en posiciones claves para crear opinión pública. Nos referimos a la senadora Melinda Romero que tiene el poder que su posición le otorga y con miles de seguidores que respaldan sus planteamientos. La reportera y comunicadora Susan Soltero con un espacio en la televisión y con los contactos y las relaciones necesarias para realizar programas y entrevistas en repudio a la actividad gallística y la defensora de los animales Carla Capalli líder de una organización protectora de animales con recursos económicos para contratar asesores y cabilderos con el fin de planificar y desarrollar estrategias en contra de los gallos y motivada por el éxito que su organización ha tenido en prohibir las peleas de gallos en todos los estados de la nación americana. Este trió, a corto o largo plazo representa un peligro para el deporte de gallos. Si a la comunidad gallística pronto se le olvidara este incidente, estamos seguros que a estas distinguidas damas puertorriqueñas no le ocurrirá lo mismo y en algún momento nos sorprenderán con nuevas estrategias.




A raíz de esta controversia compartimos con varios deportistas sobre el tema y nos manifestaron su tranquilidad por entender que sería imposible que en la isla se prohíban las peleas de gallos ni a corto ni a largo plazo. Las razones que escuchamos fueron varias y enumeramos algunas con nuestra reacción. (1) “Si lo prohíben seguimos jugando en el clandestinaje”. El clandestinaje funciono en determinado momento, no sabemos si en este siglo con la cantidad de entretenimientos que tenemos y con las posibles multas y penalidades de una ley como ha ocurrido en los Estados Unidos hayan muchos que se arriesguen. (2) “Imposible eliminar una industria que produce miles de empleos y aporta millones a la economía”. Conocemos de grandes industrias que en su época marcaron la vida económica y social de nuestro país y hoy solo queda el recuerdo y las fotografías. (3) “Es una tradición de siglos que no es fácil quitársela al pueblo”. Podemos enumera las decenas de tradiciones culturales que el progreso y la tecnología las convirtió en parte del pasado. (4) “Si a principios del siglo pasado los americanos la prohibieron y luego se vieron obligados a legalizarlas, eso ocurriría nuevamente”. Los acontecimientos hay que analizarlos en el momento histórico en que sucedieron. Lo ocurrido en el pasado no tiene necesariamente que darse de la misma manera un siglo después (5)- “Ningún político o partido se atrevería porque perdería las elecciones”. Sabemos que la mayoría del político de esta isla piensa en su reelección primero que en cualquier otra cosa y proponer algo así sería un suicidio electoral. Pero también hay algunos políticos fanatizados que para lograr sus metas son capaces de cualquier locura. Estos planteamientos son muy validos y esperamos que sean lo suficientemente sólidos para contrarrestar los de sus detractores. Estamos confiados en la solidez del deporte, su arraigo en la sociedad y del miedo de los políticos a crear malestar en un sector del electorado. Por otro lado no se pueden interpretar como pesimismo ni negatividad. Es una preocupante realidad que los que quieren este deporte deben analizar y comenzar a trabajar en estrategias para lograr la estabilidad y permanencia de lo que para muchos puertorriqueños ha sido parte esencial de sus vidas. Si bien es cierto que la actividad gallística en la isla tiene mucho arraigo y también mucho que aportar al bienestar de nuestro pueblo no podemos negar que dicha aportación es poco conocida por la gran mayoría de los puertorriqueños. Por otro lado tiene aéreas controversiales que empañan su imagen y por falta de exposición en los medios de comunicación no se han podido clarificar ante la opinión pública. 

Un porciento bastante alto de los ciudadanos que no practican este deporte y también algunos de sus seguidores desconocen que el mismo está regulado por el estado, que se ha convertido en una de las industrias nativas mas solidas ya que genera alrededor de 30 mil empleos directos e indirectos inyectando millones de dólares a la economía del país, que operan 100 galleras siendo estas pequeños negocios y que muchas de ellas son administradas por grupos familiares. Que muchos padres de familia sostienen económicamente el hogar con el producto de alguna actividad relacionada al deporte, que asisten a las galleras sobre un millón de personas por temporada y que hay alrededor de cien mil boricuas amante de este deporte, que mas del 50% de las ventas de los centros agrícolas están relacionadas a los gallos y podrimos continuar mencionando las virtudes de este milenario pasatiempo en la dinámica social y económica de la isla.
A pesar de todo lo bueno que representa lo vemos desarticulado. Los distintos componentes de esta actividad como son los jueces, dueños y administradores de galleras, castadores y entrenadores no están unidos en una organización que defiendan sus intereses y que tenga presencia en los medios de comunicación y ante los dirigentes del país. Las empresas productoras y distribuidoras de alimentos y medicamentos para gallos no se dejan sentir y los centros agrícolas tampoco. La mayoría de los proyectos que han surgido para promocional el deporte como revistas, programas de radio y TV no han tenido el respaldo de las empresas relacionadas al deporte y han desaparecido. Resumiendo, la industria Gallística, con todo su solidez y arraigo cultural está sumamente vulnerable y ha creando el ambiente ideal para que sus enemigos la ataquen sin recibir mucha resistencia.  Estamos a tiempo para que el deporte se organice y comience a dejarse sentir ante la opinión pública del país. Reconocemos a deportistas de otros países donde la práctica del deporte se ha visto amenazada por estar en pie de lucha contra el enemigo. Si queremos tener gallos para largo tenemos que comenzar a dar la batalla desde hoy. 

Columna Pícalo Gallo.-

nunez_marti@yahoo.com
Ángel Núñez

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