Poco a poco fueron apareciendo los gallos de la calle Flagler.-Desde que el diario El Nuevo Herald, de Miami, publicó una nota denunciando que uno de las esculturas en forma de gallo que adornan la Calle Ocho en la zona de la Pequeña Habana había desaparecido misteriosamente, en cada esquina de este barrio latino no se habla de otra cosa.
Sin embargo, el primer sorprendido con esto es el pintor cubanoamericano Pedro Damián, quien dibujó el modelo en el que se inspiró el recién desaparecido escultor Tony López para esculpir nueve de los 71 gallos que pronto se integraron al paisaje de la ciudad desde que comenzaron a colocarse en sus calles, a finales de 2002.
"Hace mucho tiempo que se están robando los gallos", alega Damián, y agrega que desde los primeros meses del 2003 empezaron a dañar y a llevarse los gallos que estaban ubicados en la calle Flagler
El primer gallo cubanoamericano, propiedad de Empowerment Zone, fue destruido en Flagler y la 2da Avenida del Southwest, junto al gallo bombero de la misma área", dice.
Poco a poco fueron apareciendo los gallos de la calle Flagler, en la zona cercana al río Miami, estropeados y sin ojos, pues al parecer los miembros de las pandillas pensaron que en esas cuentas de cristal, compradas por Damián a muy bajo costo, se escondían cámaras de vigilancia de la policía.
"El primer gallo robado fue de la tintorería Chantres Cleaners, al que le siguió un gallo-médico de los cuatro que encargó Leon Medical Center. Asimismo trataron de robarse el de Bacardi USA, en los jardines de Casa Juancho, hecho que se pudo evitar gracias a un patrullero de caminos que regresaba a su casa de madrugada y sorprendió a tres jóvenes que cargaban con el gallo en brazos".
Los siguientes robos tuvieron lugar en la tienda Ñó Qué Barato, de Hialeah, en la tienda Pegolamp y el restaurante IHop de la 40 Calle del Southwest y la 71 Avenida.
"En algunos de los casos la policía de Miami tenía información del paradero de las esculturas, pero nunca hubo un seguimiento o una investigación al respecto", comenta Damián, extrañado del repentino interés de la prensa por estos hechos, a nueve años de la desaparición de la primera escultura.
El artista recalca que el molde del gallo robado en el restaurante El Pub fue una realización de Lázaro Valdez en resina de vidrio, basado en el diseño original de Damián. Del modelo realizado por Tony López, se hicieron nueve solamente (propiedad del Empowerment Zone); el resto son versiones de los escultores Ramón Lagos y Lázaro Valdez.
"Es una lástima que los depredadores de barrio sigan destruyendo y robando estas pequeñas obras de arte popular que diseñé bajo el nombte de Roosterwalk", concluye Damián, consciente de que sus gallos son, desde su creación, una importante atracción turística de la ciudad, cuyos visitantes nunca abandonan el área donde se celebran los Viernes Culturales sin antes tomarse la foto del recuerdo junto a uno de sus gallos
No hay comentarios:
Publicar un comentario